¿Qué es la anemia ferropénica o la anemia por déficit de hierro?

La anemia por déficit de hierro es el estado más grave de la ferropenia y aparece cuando no hay hierro suficiente en los depósitos del organismo para satisfacer las necesidades del mismo. Es la causa más frecuente de anemia, incluso en los países más desarrollados. Por norma general, tarda mucho tiempo en manifestarse, ya que va precedida por una fase de déficit de hierro que se mantiene en el tiempo. A menudo es un hallazgo casual. El diagnóstico suele ser fácil, con pruebas de laboratorio sencillas. Lo más importante es encontrar el origen de esta anemia ferropénica. Las causas más frecuentes son las hemorragias digestivas y del tracto genitourinario. El tratamiento, en la mayoría de casos, es bien tolerado, existiendo buena respuesta al mismo.

 

¿Cuáles son sus síntomas?

Algunos de los síntomas más habituales de la anemia ferropénica son los siguientes:

  • Fatiga: cansancio excesivo no asociado a la realización de actividades que requieran mucho esfuerzo. 
  • Astenia: debilidad que dificulta o impide a una persona realizar tareas que en condiciones normales desarrollaría fácilmente.
  • Mareos.
  • Náuseas con o sin vómitos.
  • Cefalea: fuertes dolores de cabeza.
  • Sensación de falta de oxígeno al respirar.
  • Irritabilidad.
  • Taquicardia: ritmo acelerado de los latidos del corazón.
  • Palidez en la piel.
  • Coiloniquia: mayor debilidad en las uñas.

 

¿Qué causa la anemia ferropénica?

Algunas de las causas más habituales de la anemia ferropénica son las siguientes:

  • Aumento de la demanda de hierro por parte del organismo: crecimiento en niños y adolescentes, prematuridad, lactancia y embarazo.
  • Ingesta escasa o malnutrición: leche sin suplementar en lactantes, dietas hipoprotéicas o deficitarias en niños, adolescentes , ancianos, síndrome de “pica” o ingesta de productos no comestibles.
  • Disminución de la absorción de hierro: gastrectomías, aclorhidria, esprúe, diarreas crónicas, inhibidores químicos.
  • Pérdidas sanguíneas: menstruales, digestivas (úlcera, hernia de hiato, gastritis erosivas, angiodisplasias, pólipos, hemorroides), o de otro tipo (hematurias, parásitos intestinales, hemoglobinuria paroxística nocturna, etc.).

 

¿Qué enfermedades pueden desencadenar anemia ferropénica?

Algunas de las enfermedades que pueden dar lugar a anemia ferropénica son las siguientes:

  • Cáncer de esófago, de estómago, de intestino delgado o de colon.
  • Celiaquía
  • Enfermedad de Crohn

También puede derivarse de:

  • Cirugía de derivación gástrica: operación que modifica el tamaño del estómago con el fin de reducir el peso.
  • Dietas con un consumo bajo de hierro, como vegetarianismo o veganismo.