Embarazo Y Parto

Descubrir que está embarazada es una montaña rusa de sentimientos; desde el entusiasmo a las preocupaciones. Pensará en las últimas semanas y se preocupará por algunos comportamiento (¿dañará al bebé el vino que tomé?). A partir de ahora, todo lo que ingiera tendrá una gran importancia, y será por un buen motivo.

Además de dejar de consumir alimentos perjudiciales de manera drástica, no debe olvidar tomar más cantidad de aquello que le beneficie. No es necesario que coma por dos, pero tendrá que incrementar el consumo de algunos nutrientes, como el hierro, para mantener su salud y la del bebé.


¿Por qué necesito más Hierro durante el embarazo?


El hierro es necesario para que el cuerpo funcione correctamente. En este momento, no solo es importante para su salud, sino para tener un embarazo y un bebé saludables.1

No todo es negativo durante el embarazo, como las náuseas y las estrías. Su cuerpo también experimentará cosas positivas, como una melena más abundante y una piel brillante. Todo ello es el resultado de todos los cambios que van ocurriendo en su interior.

El hierro no solo es importante para su cuerpo, sino también para el crecimiento del bebé. Durante el último trimestre de embarazo, el bebé almacena el 80% del hierro que requiere para seguir creciendo durante los seis primeros meses de su vida.

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¿Cómo puedo saber si me falta hierro?


Unos niveles de hierro muy bajos pueden desencadenar anemia ferropénica. Esta anemia se produce cuando el cuerpo no dispone del hierro necesario para producir suficientes glóbulos rojos, encargados de transportar las cantidades necesarias de oxígeno por el cuerpo. Sufrir anemia ferropénica puede afectar al embarazo y al crecimiento de su bebé,3 por lo que es probable que entre las pruebas comunes del embarazo se le realice una analítica para conocer si sufre esta dolencia.

Sentirse apática o desmejorada, la palidez y el agotamiento son los síntomas asociados a una falta de hierro o anemia. Puede conocer otros síntomas del déficit de hierro con el Explorador de síntomas. Los antojos suelen ser objeto de broma durante el embarazo. Tener un deseo insaciable de consumir dulces o helados a medianoche es algo muy habitual. Sin embargo, la anemia ferropénica puede causar antojos de comer cosas extrañas, como hielo o incluso tierra. Si sus antojos se vuelven extraños o piensa que sufre algún otro síntoma de déficit de hierro como debilidad o fatiga,4 debe acudir a su médico para que descubra la causa de estos síntomas.

 

Creo que mis niveles de hierro son bajos, ¿qué puedo hacer?


Si padece signos de déficit de hierro, su médico o matrona buscará síntomas de anemia ferropénica, aunque puede que únicamente se trate de ferropenia sin desarrollar anemia. Aún así, esto puede afectar al embarazo,5 por lo que es importante que conozca los síntomas de la ferropenia y cómo aumentar la cantidad de hierro que le aporta su dieta.

Si le preocupan sus niveles de hierro, programe una visita adicional a su médico para que compruebe si padece ferropenia. Él podrá aconsejarle para mejorar su situación.

Si experimenta fatiga, un síntoma de la anemia por déficit de hierro,4 puede utilizar nuestra Encuesta sobre la fatiga. Esta le ayudará a conocer y evaluar su nivel de cansancio antes de visitar a su médico. Puede utilizar los resultados para explicarle a su médico cómo afecta la fatiga a su vida.

Recuerde que la cantidad de hierro que necesita cambia en cada trimestre de embarazo, por lo que debe asegurarse de que su médico lleva un control exhaustivo a lo largo de los meses.

 

El parto y los primeros días con el bebé


Una vez superado el entusiasmo inicial que supone quedarse embarazada, y a medida  que la barriga crece, es inevitable pensar en el parto. A pesar de lo bien que se desarrolle, siempre hay alguna pérdida de sangre. Aunque es muy poco habitual tener una pérdida grave (en torno al 5-6% de las mujeres),6 es frecuente sufrir anemia después del parto.7

Estar anémica durante los primeros días con el bebé puede aumentar las posibilidades de sufrir depresión posparto,8 así como reducir la calidad de la leche materna9 y que se vea afectada la capacidad de cuidar al bebé.6

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Diferencia entre la fatiga y el cansancio del día a día


Puede pensar que la fatiga es un síntoma habitual durante el embarazo y después del parto. Es verdad que en ocasiones se sentirá extremadamente cansada, pero la fatiga va más allá, convirtiéndose en una sensación de agotamiento físico y mental10 asociada tanto al déficit de hierro como a la anemia ferropénica.4

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