Posparto – parto


Perfil de la paciente:


  • Sarah, 31 años
  • Segundo hijo
  • Casada

Tener a mi segundo hijo fue una experiencia mucho más complicada que con el primero. El embarazo fue bien, pero criar a un bebé y llevar otro dentro puede resultar agotador. Sufrí un poco de anemia desde el principio y tomaba los suplementos cuando podía. Pensé que cuando naciese el bebé recuperaría energía, a pesar de no poder dormir demasiado.

A nuestro hijo mayor le amamanté hasta los seis meses y, a pesar de que al principio fue complicado, no tuve problemas. Por ello, supuse que la segunda vez ocurría lo mismo y que, al tener más experiencia, todo me resultaría más sencillo. Cuando me dieron el alta y me marché a casa, aún me sentía agotada. Recuerdo que pensé que con mi hijo mayor me había sentido mejor, pero creí que se debía a que esta vez no había podido descansar tanto. Al principio, mi leche materna era adecuada, pero con el tiempo el bebé empezó a pedir más tomas de manera gradual y sentí que no era capaz de proporcionárselas. Me sentí sola, como si estuviera en un cuerpo equivocado. Me enfadaba con el bebé y hablaba bruscamente a mi marido sin ningún motivo. Una noche me rendí y le pedí a él que le diese un biberón al bebé para que yo pudiese descansar. Quería amamantarle lo máximo posible, pero ya no tenía fuerzas: solo podía pensar en dormir.

Insistí en la lactancia y recurrí a los biberones cuando no tenía fuerzas (especialmente cuando mi marido se incorporó al trabajo). Hablé con mi médico sobre las mejores opciones para el bebé si no podía amamantarle y me sugirió que me hiciese unos análisis de sangre para comprobar mis niveles de hierro. Los resultados mostraron que sufría anemia por falta de hierro y que esto me producía fatiga y afectaba a mi producción de leche. Ahora sigo un tratamiento y me empiezo a sentir mejor. Además, he recuperado la energía para amamantar a mi bebé. Me alegro de haberle comentado a mi médico cómo me sentía y de haber comenzado el tratamiento. Gracias a ello, podré amamantar a mi hijo hasta que tenga seis meses.